Las olimpiadas gremiales 04/06 2013

 

El otro día en una cena con un licenciado en medio ambiente, seguidor de nuestro blog también, le planteé la siguiente duda: “si hubiera una liga deportiva de profesiones, ¿Cuál sería el animal que mejor representa a los arquitectos para colocar en su escudo?”

Las opciones fueron varias:

-Castores. El castor es un animal que modifica su entorno a su necesidad, transformándolo mediante construcciones. Los castores viven en zonas frías de río rodeadas por bosque. Pueden formar incluso grupos para derribar arboles y construir varias presas para que la altura del agua donde habitan tenga una profundidad mínima de 90 cm y su extensión inundada sea mayor. Aún así, nos pareció un ejemplo de ingeniero más que de arquitecto.

-Pájaro carpintero. Es otro ejemplo evidente, y por tanto de los primeros que salió. El pájaro carpintero es un ave que practica orificios en la madera de los árboles sobre todo para esconder la comida o para buscar pequeños insectos que habitan en ellos. El nombre despista, ya que al referirse a un gremio de la construcción, pueda parecer que construye cosas, pero realmente no es así… lo descartamos en principio también.

-El pájaro tejedor. Es el caso contrario al del pájaro carpintero. El nombre despista, ya que al denominarse tejedor, no parece que realmente este construyendo una casa. Pero sí lo hace, en concreto el macho, para exhibirse frente a la hembra, colgando sus nidos de las ramas y agrupándose en colonias muchas veces… una especie de urbanizaciones de chalet individuales.

-Topo. Un mamífero que es capaz de crear galerías subterráneas de incluso varias decenas de metros, tan extensas que no le es necesario salir a la luz del sol, y que por tanto, por vivir en la oscuridad, tiene el sentido de la vista diezmado. Estas galerías subterráneas recuerdan más a minas que a construcciones de viviendas, por lo que quizás podría representar más justamente a ingenieros de minas.

-La araña. Con unas construcciones espectaculares, pero que consideramos también más representativas de los ingenieros al no ser una vivienda propiamente dicha, si no una infraestructura, una herramienta que le sirve a un propósito, en este caso, cazar para alimentarse.

-La abeja. Aquí la cosa empieza a complejizarse, ya que los panales de abejas no son aleatorios como lo pueden ser en cierto modo los nidos de los pájaros, si no que buscan una intención más allá de la mera construcción, son estructuras “pensadas” y optimizadas. Los panales de abejas están compuestos por hexágonos porque dicha figura geométrica es capaz de albergar más miel en cada celda que los triángulos o los cuadrados con el mismo gasto de material. Produciéndose un mayor aprovechamiento del espacio y de los recursos.

-La termita. Un insecto que construye mega estructuras para formalizar sus nidos, que no solo se limita a galerías subterráneas, si no que pueden sobre salir del suelo hasta 6 metros y cuya duración puede alcanzar los 100 años. Estas estructuras están formadas por barro y saliva, y forman un material tan duradero que hasta algunas tribus humanas lo usan para construir sus propias chozas. El sistemas de túneles no es casual, y mediante el efecto chimenea y la porosidad del material, los termiteros mantienen siempre una temperatura óptima con su propio sistema de refrigeración y ventilación. Dentro del termitero, existe una jerarquización de espacios, con las zonas de dormitorio y de la reina en su base, y las zonas de almacenaje en la parte alta. Se dan incluso pequeños huertos en los mismos, donde se cultivan pequeñas setas. En zonas de lluvias abundantes, los termiteros poseen “paraguas” para evitar la entrada de agua, mientras que en zonas secas, se cavan pozos de hasta 35 m de profundidad. Sin duda, un caso fascinante de arquitectura.